Restyling de marca

Las empresas suelen plantearse algunas dudas respecto a cómo gestionar su empresa cuando se trata de hacer un restyling de marca. A veces puede pasar que una marca quiera cambiar la dirección a la que está yendo, simplemente por el hecho de que se ha dado cuenta que con el paso del tiempo, sus prioridades han cambiado o su público objetivo es diferente al que era en un principio. Nosotros siempre apoyaremos los cambios, si son a mejor. Como se dice popularmente ¡Renovarse o morir!

Expliquemos, brevemente, algunos conceptos básicos que debemos conocer para llevar a cabo un restyling de marca. El logotipo es un elemento gráfico que representa e identifica a la empresa, a un producto o a cualquier organismo. En otras palabras, el «dibujo» que el público va a recordar cuando piense en nosotros y lo que asociará a nuestra marca. Nos sirve también para diferenciarnos de la competencia. Por ello cuando se desarrolla el branding, la empresa debe haber sido analizada anteriormente, y nos debemos asegurar de que refleje aquellos valores que queremos que el consumidor perciba.

En el transcurso de la vida de una empresa, puede ser que la identidad visual del producto u organismo necesite un cambio. Pero, ¿Cuándo se necesita un restyling de marca?, ¿Se cambia un poco la marca o se diseña desde cero?, ¿Afectará negativamente? Estas pueden ser algunas de las preguntas que podemos plantearnos cuando pasamos por este proceso.

Una marca no siempre necesita un cambio de diseño desde cero, simplemente con hacer pequeñas modificaciones en el logo, es suficiente para nuestro cliente y queda satisfecho con el trabajo realizado. En ocasiones podemos encontrarnos un cliente que quiera remodelar absolutamente todo su logotipo (sin cambiar el nombre, por supuesto), colores diferentes o tipografía nueva. Debemos saber adaptarnos a la demanda del cliente, para conseguir un restyling de marca eficaz.

Las empresas suelen plantearse algunas dudas respecto a cómo gestionar su marca cuando se trata de hacer un rediseño de logo. Puede llegar a pasar que una marca quiera cambiar la dirección a la que está yendo, simplemente por el hecho de que se ha dado cuenta que con el paso del tiempo, sus prioridades han cambiado o su público objetivo es diferente al que era en un principio. Nosotros siempre apoyaremos los cambios, si son a mejor. Como se dice popularmente ¡Renovarse o morir!

Expliquemos, brevemente, algunos conceptos básicos que debemos conocer para llevar a cabo un restyling de marca. El logotipo es un elemento gráfico que representa e identifica a la empresa, a un producto o a cualquier organismo. En otras palabras, el «dibujo» que el público va a recordar cuando piense en nosotros y lo que asociará a nuestra marca. Nos sirve también para diferenciarnos de la competencia. Por ello cuando se desarrolla el branding, la empresa debe haber sido analizada anteriormente, y nos debemos asegurar de que refleje aquellos valores que queremos que el consumidor perciba.

En el transcurso de la vida de una empresa, puede ser que la identidad visual del producto u organismo necesite un cambio. Pero, ¿Cuándo se necesita un rediseño?, ¿Se cambia un poco la marca o se diseña desde cero?, ¿Afectará negativamente? Estas pueden ser algunas de las preguntas que podemos plantearnos cuando pasamos por este proceso.

Una marca no siempre necesita un cambio de diseño desde cero, simplemente con hacer pequeñas modificaciones en el logo, es suficiente para nuestro cliente y queda satisfecho con el trabajo realizado. En ocasiones podemos encontrarnos un cliente que quiera remodelar absolutamente todo su logotipo (sin cambiar el nombre, por supuesto), colores diferentes o tipografía nueva. Debemos saber adaptarnos a la demanda del cliente.

¿Cómo hacer un buen restyling de marca?

Pueden ocurrir diversas situaciones:

  • Se puede dar el caso de que nuestra empresa empezara con un logo sencillo, justo para servir nuestras necesidades, pero cuando ha empezado a crecer, nos vemos en la obligación de diseñar un logotipo más profesional y así dar una imagen visual definida.
  • Por otro lado la identidad visual se ha quedado obsoleta y tenemos la necesidad de darle un cambio radical. En este caso nuestra marca ha evolucionado tanto que ya no es un reflejo del posicionamiento que queremos obtener.
  • Otro caso que puede llegar a darse, es que nuestro logotipo se haya llegado a relacionar con un entorno desfavorable para nuestra marca, que no buscamos y tampoco queremos. Es un buen momento para darle un toque nuevo y fresco a nuestra identidad visual y así poder alejarnos de la mala reputación que no queremos, ni nos conviene.

Estas modificaciones pueden alterar de algún modo la visión de nuestra marca frente al consumidor, será positiva o negativa dependiendo si realizamos una campaña en la que informemos de los cambios que hemos realizado y nuestro público reconozca el nuevo logotipo. Si hacemos un gran cambio en nuestra identidad visual y no la presentamos como se debe, corremos el riesgo de que no se nos reconozca visualmente y habremos invertido muchos recursos, para nada.

¿Cómo hacer un buen rediseño?

Pueden ocurrir diversas situaciones:

  • Se puede dar el caso de que nuestra empresa empezara con un logo sencillo, justo para servir nuestras necesidades, pero cuando ha empezado a crecer, nos vemos en la obligación de diseñar un logotipo más profesional y así dar una imagen visual definida.
  • Por otro lado la identidad visual se ha quedado obsoleta y tenemos la necesidad de darle un cambio radical. En este caso nuestra marca ha evolucionado tanto que ya no es un reflejo del posicionamiento que queremos obtener.
  • Otro caso que puede llegar a darse, es que nuestro logotipo se haya llegado a relacionar con un entorno desfavorable para nuestra marca, que no buscamos y tampoco queremos. Es un buen momento para darle un toque nuevo y fresco a nuestra identidad visual y así poder alejarnos de la mala reputación que no queremos, ni nos conviene.

Estas modificaciones pueden alterar de algún modo la visión de nuestra marca frente al consumidor, será positiva o negativa dependiendo si realizamos una campaña en la que informemos de los cambios que hemos realizado y nuestro público reconozca el nuevo logotipo. Si hacemos un gran cambio en nuestra identidad visual y no la presentamos como se debe, corremos el riesgo de que no se nos reconozca visualmente y habremos invertido muchos recursos, para nada.

1. Ser coherente

En el marketing, uno de los puntos claves a la hora de crear una marca y asentarla, es ser fiel a uno mismo. La coherencia es lo que hace que una marca se establezca y perdure en el tiempo. Porque quién te conoce y le gusta como eres, seguirá fiel a ti y podrás crecer gracias a él. Nunca hay que olvidar que somos lo que la mente del consumidor piensa de nosotros. Hay que actuar siempre con coherencia.

Las marcas transmiten una serie de sensaciones cuando las ves por primera vez. Esta sensación es la que va a darte un posicionamiento u otro en la mente del consumidor. Esto va a marcar el camino que seguirá el cliente frente a tu empresa.

Cuando hemos conseguido transmitir esa primera impresión, es la coherencia de marca la que va a mantener la buena imagen de la empresa. Si no la cuidamos puede influir negativamente.

La incoherencia es una de las razones por las que los consumidores más castigan a las marcas.

2. Personalidad de marca

Hoy en día con tantas marcas en el mercado intentando llegar de una forma o de otra a los consumidores, es esencial comprender que no es sólo lo que decir, sino de qué manera decirlo. Es necesario que el contenido que desarrollemos aporte un valor diferencial y que su estructura se adecúen con la marca.

Para lograrlo, la marca debe ser única y mostrar personalidad, para que se le atribuya una capacidad de relacionarse cómo si fuera un ser humano.

Sabemos que una marca la conforman personas y si está bien construida, puede resultar distinguible del resto de sus competidores. En ella como parte del proceso, se le podría dotar de una gran variedad de rasgos conforme a la personalidad humana, pero dada la necesidad de lograr que sea escuchada y percibida por un determinado sentido, es mejor que esos rasgos de limiten para que no provoquen contradicciones.

1. Ser coherente

En el marketing, uno de los puntos claves a la hora de crear una marca y asentarla, es ser fiel a uno mismo. La coherencia es lo que hace que una marca se establezca y perdure en el tiempo. Porque quién te conoce y le gusta como eres, seguirá fiel a ti y podrás crecer gracias a él. Nunca hay que olvidar que somos lo que la mente del consumidor piensa de nosotros. Hay que actuar siempre con coherencia.

Las marcas transmiten una serie de sensaciones cuando las ves por primera vez. Esta sensación es la que va a darte un posicionamiento u otro en la mente del consumidor. Esto va a marcar el camino que seguirá el cliente frente a tu empresa.

Cuando hemos conseguido transmitir esa primera impresión, es la coherencia de marca la que va a mantener la buena imagen de la empresa. Si no la cuidamos puede influir negativamente.

La incoherencia es una de las razones por las que los consumidores más castigan a las marcas.

2. Personalidad de marca

Hoy en día con tantas marcas en el mercado intentando llegar de una forma o de otra a los consumidores, es esencial comprender que no es sólo lo que decir, sino de qué manera decirlo. Es necesario que el contenido que desarrollemos aporte un valor diferencial y que su estructura se adecúen con la marca.

Para lograrlo, la marca debe ser única y mostrar personalidad, para que se le atribuya una capacidad de relacionarse cómo si fuera un ser humano.

Sabemos que una marca la conforman personas y si está bien construida, puede resultar distinguible del resto de sus competidores. En ella como parte del proceso, se le podría dotar de una gran variedad de rasgos conforme a la personalidad humana, pero dada la necesidad de lograr que sea escuchada y percibida por un determinado sentido, es mejor que esos rasgos de limiten para que no provoquen contradicciones.

3. Ser simple

La simplicidad es el mejor rasgo que un logotipo puede tener para ser recordado. Las marcas que utilizan un diseño claro y sencillo para su logotipo se destacan y son más memorables para el público en general. Logotipos con fácil entendimiento, limpios y poco recargados, suelen dejar bastante recuerdo en el cliente.

Algunos consejos para que nuestro logotipo reúna todas las características y muestre simplicidad:

  • Utilizar máximo tres colores, elimina lo que no sea estrictamente necesario, utiliza una tipografía fácil de leer y si tienes intención de darle algún efecto, recuerda que la versión original debe ser lo más simple posible. La mayoría de veces, menos es más.
  • Cuanto más sencillo sea, mejor se recordará. Además los logotipos con formas complejas y demasiados colores y tipografía hacen más difícil asociarlos a algún sector en concreto.

4. Ser adaptable

El rápido crecimiento de los dispositivos móviles, ya obliga a los diseñadores a crear piezas adaptables a todos los formatos de pantalla. Hay que incluir en los manuales de marcas todas las versiones necesarias.

Cuando hablamos de que el logotipo debe ser adaptable, nos referimos a que se debe ajustar a los distintos formatos existentes. Debe verse bien en todo tipo de tamaños, por ejemplo en una pantalla de móvil, en la página web… etc.

Debe funcionar también si lo usamos como marca de agua, con o sin fondo, negativo, en blanco y negro. Es muy importante tenerlo en cuenta ya que hoy en día la tecnología va avanzando a grandes escalas.

3. Ser simple

La simplicidad es el mejor rasgo que un logotipo puede tener para ser recordado. Las marcas que utilizan un diseño claro y sencillo para su logotipo se destacan y son más memorables para el público en general. Logotipos con fácil entendimiento, limpios y poco recargados, suelen dejar bastante recuerdo en el cliente.

Algunos consejos para que nuestro logotipo reúna todas las características y muestre simplicidad:

  • Utilizar máximo tres colores, elimina lo que no sea estrictamente necesario, utiliza una tipografía fácil de leer y si tienes intención de darle algún efecto, recuerda que la versión original debe ser lo más simple posible. La mayoría de veces, menos es más.
  • Cuanto más sencillo sea, mejor se recordará. Además los logotipos con formas complejas y demasiados colores y tipografía hacen más difícil asociarlos a algún sector en concreto.

4. Ser adaptable

El rápido crecimiento de los dispositivos móviles, ya obliga a los diseñadores a crear piezas adaptables a todos los formatos de pantalla. Hay que incluir en los manuales de marcas todas las versiones necesarias.

Cuando hablamos de que el logotipo debe ser adaptable, nos referimos a que se debe ajustar a los distintos formatos existentes. Debe verse bien en todo tipo de tamaños, por ejemplo en una pantalla de móvil, en la página web… etc.

Debe funcionar también si lo usamos como marca de agua, con o sin fondo, negativo, en blanco y negro. Es muy importante tenerlo en cuenta ya que hoy en día la tecnología va avanzando a grandes escalas.

Algunos ejemplos

Nosotros como agencia, hemos realizado varios proyectos sobre el restyling de marca, de algunas empresas situadas en Sevilla.

A continuación os dejamos los links de nuestra página web para que os paséis por ella y le echéis un vistazo a los rediseños realizados a las siguientes empresas:

Silvia Casares → https://edoestudio.es/portfolio/silvia-casares

Cárdenas → https://edoestudio.es/portfolio/cardenas

Brigmton → https://edoestudio.es/portfolio/brigmton

Subterráneo → https://edoestudio.es/portfolio/subterraneo

Algunos ejemplos

Nosotros como agencia, hemos realizado varios proyectos sobre el restyling de marca, de algunas empresas situadas en Sevilla.

A continuación os dejamos los links de nuestra página web para que os paséis por ella y le echéis un vistazo a los rediseños realizados a las siguientes empresas:

Silvia Casares → https://edoestudio.es/portfolio/silvia-casares

Cárdenas → https://edoestudio.es/portfolio/cardenas

Brigmton → https://edoestudio.es/portfolio/brigmton

Subterráneo → https://edoestudio.es/portfolio/subterraneo

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