Impresora con tinta de café
¿Quién dice que el café es solo para beber? Que se lo pregunten al profesor Ted Kinsman del Rochester Institute of Tecnology, a quién todas las sobras que tenía de esta bebida le llevaron a crear una impresora que utiliza como tinta el café, aunque puede utilizar otras como el vino.
La impresora, Coffee Drip Printer, funciona a través de goteo, creando puntos de café que pueden ser más o menos gruesos; pero también permite experimentar con otros factores como el papel donde se imprime o la distancia entre los puntos. Cada píxel de la imagen se convertirá en una de estas gotas, asignándole previamente un número entre 0 y 256 que determinará que la gota contenga más o menos líquido y que por tanto sea más o menos grande y más o menos oscura.
Kinsman hace impresiones de fotografías, que prepara previamente subiendo el contraste para que las zonas claras y oscuras sean más intensas. La imágenes solo pueden ser de 80×100 píxeles, una resolución muy baja pero suficiente para que el ojo humano reconozca un rostro.