Los efectos especiales más tradicionales – Maquetas, miniaturas y mucha pantalla verde
Como amantes del cine que somos hoy queremos hablaros sobre un técnica destinada a la extinción pero con muchísimo encanto. Se trata de los efectos especiales artesanales y se basan en la combinación de maquetas y la conocida pantalla verde.
En concreto, Yorokobu ha analizado la película «El Gran Hotel Budapest», que utiliza estas miniaturas como parte de los decorados exteriores en el largometraje. Se han utilizado algunas piezas impresas en 3D además de materiales como madera, latón o poliestireno.
Según propias palabras del director, «el público reconoce lo que es artificial, ya sean efectos generados por ordenador o de otro tipo». Las películas que basan sus efectos en la magia del retoque por ordenador suelen tener una mayor inversión de tiempo, esfuerzo y dinero en las texturas que en los guiones. La diferencia con este tipo de producciones es la magia que envuelve el trabajar con el escenario real a pequeña escala de lo que será un mundo fantástico, un estupendo Castillo, o en este caso un magnífico Hotel.
El mérito recae en un amplio equipo de ilustradores y maquetistas dirigidos por el diseñador de producción Adam Stockhausen. Después, solo queda aplicar el toque por ordenador, apoyado siempre en la pantalla verde, y dejar que los diseñadores hagan sus trucos.
Nosotros nos quedamos alucinados de cualquier manera. El cine es arte, y así, mucho más. ¡Feliz fin de semana!